La entrada en vigor de la NOM 035, hoy en día es vivida con estrés por un buen número de organizaciones. No obstante vale la pena recordar que en sí mismo, la Norma de referencia, en cierta forma, no plantea algo que no conociéramos desde muchos años atrás.
Al menos desde 1984 la Organización Internacional del Trabajo (OIT), define los factores psicosociales como aquellas “Interacciones entre el trabajo, su medio ambiente, la satisfacción en el trabajo y las condiciones de su organización, por una parte, y por la otra, las capacidades del trabajador, sus necesidades, su cultura y su situación personal fuera del trabajo, todo lo cual, a través de percepciones y experiencias pueden influir en la salud y en el rendimiento y la satisfacción en el trabajo”.
Es decir:
1. Estemos conscientes o no, la vida organizacional implica de manera natural, diversos tipos de interacción.
2. Todos los centros de trabajo, a partir de su medio ambiente, tipo de organización, procesos productivos o de servicios, generan automáticamente, ciertas interacciones. Son como las personas, únicas e irrepetibles.
3. Toda vez que las organizaciones implican interacción entre las personas que las conforman, éstas pueden ser de múltiples maneras (favorables, desfavorables, estresantes, estructuradas, inestructuradas, orientadas al trabajo, orientadas a las relaciones, etc.).
4. Absolutamente todas las personas que las conforman, tienen una historia externa y anterior a su ingreso. Poseen valores, principios, creencias, hábitos, competencias, incompetencias y experiencias que en diversos momentos de su interacción con otros compañeros y jefes, se manifiestan y expresan.
5. Todo ello sumado, puede generar percepciones y vivencias que bajo ciertas circunstancias, elevan la probabilidad de influir negativamente en la salud de los trabajadores y convertirse en Factores de Riesgo Psicosocial.
Es en este sentido que los factores psicosociales señalados, por la NOM 035, los conocemos muy bien desde tiempo atrás, a saber:
Condiciones en el ambiente de trabajo
Cargas de trabajo
Falta de control sobre el trabajo
Jornadas de trabajo y rotación de turnos
Interferencia en la relación trabajo-familia
Liderazgo
Relaciones en el trabajo.
Violencia laboral: acoso, acoso psicológico, hostigamiento, malos tratos
Más claro aún: Los Factores Psicosociales, no son buenos o malos, positivos o negativos. Simplemente son consecuencia lógica y natural de la interacción que las personas tienen con los procesos de trabajo, así como con las personas que integran el centro de trabajo en el que laboran. Lo importante es tener en cuenta que derivado, del índice, grado o intensidad que muestren los mencionados factores, se podrán convertir en Factores de Riesgo Psicosocial. Pueden pasar de simples factores naturalmente presentes en la organización, a convertirse en potenciales factores de riesgo, elevando consecuentemente la probabilidad de generar en los trabajadores diversos trastornos a la salud.
Esto último es realmente lo importante, identificar, medir y analizar el estado en que se manifiestan y expresan los factores psicosociales en nuestro centro de trabajo, para de esta forma estar en posibilidad de determinar si constituyen un riesgo o no.
A manera de ejemplo cuando el médico nos indica realizarnos un estudio de química sanguínea, de facto sabe que como resultado del mismo, obtendrá la medición de un conjunto de elementos, que por fuerza están presentes en nuestra sangre. Por ejemplo: glucosa, colesterol, triglicéridos, hierro, ácido úrico, leucocitos, monocitos, etc. Está claro que lo que desea no es saber si los mencionados elementos estarán presentes; lo que verdaderamente desea conocer es su nivel, proporción y/o cantidad. No es lo mismo tener 93 mg de glucosa que 224 mg. Evidentemente, el segundo valor implicará la inmediata instrumentación de un conjunto de medidas preventivas, a efecto de evitar incurrir en trastornos de la salud que potencialmente pongan en riesgo nuestra vida.
He ahí en buena medida el propósito de la NOM 035. Se trata de identificar, medir, analizar e instrumentar las medidas pertinentes para mantener los Factores Psicosociales como tal, evitando que su presencia en la organización alcance o muestre niveles que les convierta en Factores de Riesgo que eleven la probabilidad de generar alteraciones de la salud en los trabajadores.
Por ello la importancia de la aplicación de las GUÍAS II o III, según corresponda, pues mediante su instrumentación es que resulta posible identificar su valor y grado de presencia en la organización, siendo que el valor que obtengamos de cada uno de los factores psicosociales evaluados, corresponderá su análisis y ulterior diseño de las estrategias para su control y disminución hasta un valor que no represente en sí mismo, un factor de riesgo.
Sobra decir la relevancia de un adecuado análisis y diseño de estrategias para cada uno de los factores de riesgo. Por ejemplo, el factor relativo a las cargas de trabajo vs el factor de riesgo de liderazgo. De encontrar que el valor del primero es alto, el conjunto de acciones que deberemos instrumentar, deberán ser específicas a su naturaleza. En congruencia a la metáfora utilizada líneas arriba, las indicaciones médicas para el tratamiento de glucosa elevada, no es el mismo que para el colesterol alto. Así las cosas, las medidas que una organización deberá instrumentar para el caso de obtener un elevado índice en materia de cargas de trabajo, serán distintas al caso de presentar un elevado índice en el factor de liderazgo negativo.
Lic. Ernesto Morán Roel
Asociación Nacional de Bienestar y Desarrollo Organizacional, A.C. (ASCEND)
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